miércoles, 2 de febrero de 2011

Taller de Performace de Guillermo Castrillón


Uno nunca termina de nutrirse y aprender. Pasé año nuevo en Cusco. Una experiencia realmente enriquecedora. Me sirvió para renovarme. Para despejar mi mente y tomar nuevas decisiones. Ahí me tomé un café con una querida amiga y colega llamada Cinthya Perez. Fue una conversación muy interesante y divertida. Entre las tantas cosas que se dijeron, ella me contaba su experiencia en un taller que llevó. Me hablaba tan bien de este taller, como algo tan enriquecedor y terapéutico, que me empezó a llamar la atención. Se trataba del Taller de Performance de Guillermo Castrillón.

Yo había visto anteriormente una puesta en escena dirigida por Guillermo llamada “Las mujeres que habitan en mí”. Además, colegas y amigos míos han participado en otra de sus puestas en escena llamada “La Sombra”. Me agradaba mucho lo que veía y los comentarios que me hacían de sus puestas. Me gustaba el riesgo en ellas (tanto de montaje escénico, como de exposición de los actores/bailarines). Me pareció que podría ser un buen reto para mí, el no interpretar un personaje, asumiendo sus puntos de vista de la vida y vivirlas en escena, más bien interpretarme a “mi mismo”, hacer un montaje propio a partir de mis “demonios internos” y dando un mensaje que yo como persona quisiera dar. Así que, como estoy en una etapa de mi vida en la que hago que predomine el impulso y la intuición más que la razón, me inscribí sin pensarlo dos veces.

Hasta la fecha, voy en la tercera semana de clases. Debo confesar, que me agrada mucho lo que descubro cada clase. Me parece genial un taller en donde te den las herramientas necesarias para desenvolver te en base a tus impulsos e ideas y los transformes en arte. Si tuviera que definir el arte del Performance, tendría que citar al mismo Guillermo cuando dijo que el Performance es una “Transformación en Vivo”.

Además, se basa al igual que en la Técnica de Actuación de Sanford Meisner, en “sentir al otro”, estar conectados, en conocernos de verdad, escucharnos de verdad, sinceridad ante todo, abajo las murallas y defensas, llegar al núcleo de lo que somos como personas y sin juzgarnos, al contario, aprendiendo a amar eso que somos y trabajarlo para hacer arte.

Estoy conociendo un grupo humano realmente genial y receptivo. Ya les estaré contando más al respecto, pues es un tema nuevo para mí y me gustaría sumergirme más en él para darles a todos ustedes una idea más clara de la experiencia.

¿Si me preguntan si lo recomiendo?

SI, ALTAMENTE RECOMENDABLE.

Raúl Sánchez.