lunes, 29 de marzo de 2010

¿Y qué hice el Día Mundial del Teatro?

Como era de esperarse, me fui al teatro. Aunque en esta oportunidad especial, por partida doble.

A las 4.00 PM, estaba yo estacionando mi bicicleta en el Parque María Reiche en Miraflores. No para pasar un lindo día de caminata en el parque, sino para ver una función de “La Chica del Chicle Globo y El Chico que Soñaba con Nubes de Leche”. Con un título tan largo e inocente, tenía que ser algo interesante. Pues así fue. Performance de Teatro-Danza interpretado por Karine Aguirre y Pablo Saldarriaga. Realmente tierna, bien interpretada por ambos y altamente recomendable para todo público. En pleno parque María Reiche y totalmente gratuito. Ejemplo de arte para todos.


Luego tomé mi bicicleta y me dirigí al Teatro Mocha Graña para ver la penúltima función de la obra “Un Director” y para ver en que podía ser útil. Dar una mano, el día mundial del teatro, debe tener doble mérito. La directora me dijo que si podía leer yo el Mensaje Nacional por el Día del Teatro de este año escrito por Alfonso Santisteban. Obviamente, no rechacé la propuesta. Así que tuve el honor de leerlo previo al inicio de la función. Mensaje muy emotivo, inspirador y lleno de sensaciones personales através de experiencias del mismo Alfonso Santisteban.

La verdad lo celebré como era debido. Llenándome de la magia del teatro, esta vez, como espectador.

martes, 23 de marzo de 2010

¡Día Internacional del Teatro!

Todos los 27 de Marzo desde hace ya cuarenta y nueve años se celebra el Día Internacional del Teatro. Creado en 1961 el International Theatre Institute (ITI), ente asociado a la UNESCO, con sede en París, por iniciativa del finlandés Arvi Kivimaa.



Cada año, en dicha fecha, antes de empezar la función, es leído un mensaje escrito por alguna de las destacadas personalidades del teatro mundial. Arthur Miller, Peter Brook, Laurence Olivier, Pablo Neruda, Eugéne Ionesco, Antonio Gala, Edward Albee o Robert Lepage son solamente algunos de los ilustres nombres a los que se les encargó un mensaje para lanzarlo a los cuatro vientos como bandera de los teatreros del mundo en tan señalada fecha.


Este año el honor ha recaído en Judi Dench, actriz británica de dilatada y exitosa carrera que, justamente, a comienzos de los años 60 se enrolaba en la Royal Shakespeare Company después de haber debutado, en la década anterior, en Liverpool con un "Hamlet". Ganadora del Oscar por su interpretación de la Reina Isabelle en la película “Shakespeare in Love”. También participó en la obra y versión cinematográfica de “Nine”. Su mensaje es el siguiente:
"El Día Mundial del Teatro es una oportunidad para
celebrar el Teatro en todas sus múltiples formas. El Teatro es una fuente de
entretenimiento e inspiración, y tiene la habilidad de unificar las diversas
culturas y a las gentes de todo el mundo. Pero el teatro es mucho más que eso y
también brinda oportunidades para educar e informar. El teatro se representa en
todo el mundo y no siempre en los escenarios tradicionales. Las representaciones
pueden suceder en un pequeño pueblo de África, en una montaña en Armenia o en
una pequeña isla del Pacífico. Todo lo que necesita es un lugar y un público. El
Teatro tiene la habilidad de hacernos sonreír, de hacernos llorar, pero también
debería hacernos pensar y reflexionar. El Teatro surge a partir del trabajo en
grupo. Los actores son las personas que se ven, pero hay un gran número de
personas a las que no se ve. Son tan importantes como los actores y sus variadas
y especializadas habilidades hacen que una producción sea posible. También
deberían compartir los triunfos y los éxitos que puedan ocurrir. El 27 de marzo
es oficialmente el Día Mundial del Teatro. Por muchos motivos todos los días
deberían ser considerados días del teatro, porque tenemos la responsabilidad de
continuar la tradición de entretener, de educar y de iluminar a nuestras
audiencias, sin los cuales no existiríamos."
Judi Dench.
Este año coincide con “La Hora del Planeta” en donde se apagarán las luces en el mundo entero de 8.30pm a 9.30pm. Así que les propongo algo: Apaguen las luces en sus casas y vayan al teatro, que habrán muchas buenas opciones y de calidad.

domingo, 21 de marzo de 2010

"Un Director"

Una de las tantas cosas que me emocionan de esta profesión, es ver a la gente que te rodea crecer, ya sea a tu lado o independientemente. Siendo tan difícil un medio como este, el mérito es doble.

Hace un tiempo me enteré que una amiga llamada Jimena del Sante se lanzaría a dirigir su primera obra, luego de egresar del taller de dirección de Jorge Chiarella. Iniciativa la cual aplaudí considerando que ella tiene nada más y nada menos que 19 años de edad. Al poco tiempo me contó que consiguió teatro, nuestro querido Teatro Mocha Graña. Luego me enteré que la obra que dirigiría sería “Un Director” de José Enrique Mavila, obra que ya fue puesta en escena en nuestra ciudad en el año 2004, producida por Plan 9 y dirigida por Giovanni Ciccia.


Ayer, luego de casi dos semanas de su estreno, recién me tomé el tiempo de ir y apoyar a esta novel directora. Cuando me entregaron el programa de mano, noto que en el reparto, escritas en letras un poco más grandes, se encuentra el nombre de Paco Caparó. Nombre que se me viene a la mente cuando pienso en los eventos de Impro que alguna vez he visto tanto del Grupo Ketó. Estaba ansioso de verlo en un personaje de tal exigencia como la de El Director. Sigo leyendo y veo tres nombres más que jamás había visto, no los conocía yo personalmente, lo cual lo hace más interesante aún. Cuando uno va a ver una obra y ve en el elenco nombres conocidos, va con la idea de ver un trabajo interpretado por la persona en mención y a ver como asume ese reto, sin embargo, cuando los nombres son desconocidos, existe aún mayor expectativa, quizá por la idea de la posibilidad de los dos polos opuestos: O bien me encanta la actuación, o me desagrada. En este caso, me llevé una muy buena impresión de estos tres chicos, cuyos nombres, luego de ver la obra, recordaré y apostaré por verlos en más obras. Ellos son Bruno Ocampo, Esteban Philipps y Gonzalo del Águila. Felicitaciones a los cuatro (incluyendo a Paco, que demostró una interpretación limpia y bien analizada del personaje).

De la dirección debo decir, que para ser una joven de 19 años, logró cosas que no he visto en muchas obras de gente con cierta experiencia en el medio. Limpia, ordenada, justificada, pensada a beneficio de un público y utilizando el criterio debido como para respetar la estructura dramática. Sorprendido gratamente.

Los invito a ver la obra para que se sorprendan como yo, o quizá no lo hagan, en ese caso desearía leer comentarios al respecto por medio de este Blog.

(Debo aclarar que este artículo, una vez más, no pretende ser una crítica teatral, sino una apreciación de cómo el teatro afecta mi vida y como me hace sentir).

“Un Director” de José Enrique Mavila
Dirigida: Jimena del Sante
Del 5 al 28 de Marzo (es decir, esta semana que viene es la última)
Viernes a Domingo 8:00pm
Teatro Mocha Graña (Av. Saenz Peña 107, Barranco) Venta de entradas en la misma boletería del teatro.

lunes, 15 de marzo de 2010

“El Señor de las Moscas” La Reposición

Este Blog jamás pretendió ser de crítica teatral, por lo que este artículo tampoco lo será. Desde que se inició este Blog hace unos meses atrás, es la primera vez que escribo de una obra en la que no he participado yo como actor o como asistente de dirección (y no será tampoco la última vez, porque pienso implementar más de estos artículos al Blog). Esta es una humilde apreciación de una obra, de un elenco, de una producción, que ha crecido y que por lo tanto me llena de alegría. Un grupo de actores jóvenes llenos de energía y ganas, un director que sabe lo que hace y el apoyo de una coproducción como la de Plan 9, han logrado la Reposición de “El Señor de las Moscas”.


Tuve la oportunidad de ver la obra cuando se montó en año pasado en el Teatro Julieta. La sorpresa fue grata. Ver como un grupo joven asume un reto de tal magnitud y que lo desempeñen con éxito, hizo que me vinieran ganas de apoyarlos en lo que necesitaran para crecer. Ahora, montan la obra en el Teatro Mario Vargas Llosa. No sólo aumentaron las butacas y creció el escenario, también aumentó el público y crecieron ellos. Fui testigo de aquello el día del estreno, al cual fui cordialmente invitado por ellos.

Si partimos del hecho que “El Señor de las Moscas” de William Golding, es originalmente una novela, entendemos que existe el reto de adaptarlo al teatro para que pueda ser montado. Primer reto cumplido. Eduardo Camino fue el encargado de adaptar esta maravillosa novela en dramaturgia, claramente interpretable.

Hoy, con el programa de mano que adquirí el día del estreno, puedo leer en palabras del mismo director, Paco Solís Fúster, el proceso de crecimiento y el trabajo puesto en él. Es curioso notar que él, como muchos otros obreros de este medio, mencionan la carencia de espacios escénicos como uno de los mayores obstáculos para el crecimiento de nuevos grupos. Tema ya recurrente en este Blog al citar entrevistas y comentarios de gente del medio. Es posible entonces que lo tome como próximo artículo. También puedo notar en sus palabras, un énfasis en el agradecimiento a las personas que los apoyaron en el camino. Es ahí donde noto quizá, el secreto de su crecimiento, dado que la humildad y la gratitud son la base para un desarrollo.

Volteando las páginas del programa de mano, encuentro la foto de los doce actores del elenco. Todos de edades similares y ninguno que pase de los veinticuatro años como máximo (quizá el actor Giancarlo Chichizola si sea un poco mayor, pero justifica siendo él quien interpreta a los únicos dos adultos de la obra).

Debo reconocer en todo ellos, el trabajo puesto en escena. Saltan, bailan, gritan, se pelean, juegan y por si fuera poco, hacen también los cambios de escena. Mis respetos. Mantener esa energía durante dos horas de obra, sin intermedio y sin descuidar el importante trabajo actoral para poder interpretar a niños en una situación crítica, no es algo fácil de hacer. Pensar que comenzaron a ensayar en el parque de Miraflores para la puesta en el Teatro Julieta y ahora están el Teatro Vargas Llosa. Sin desmerecer a nuestro querido Teatro Julieta, es un gran crecimiento que nos da ejemplo de que si se puede hacer cosas buenas y de calidad en este país, creciendo de a pocos.

Dicho elenco está conformado por:
Oscar Meza
Raúl Saco
Sergio Maggiolo
Diego Alonso Ramos
Piero Fuentes
Cristián Tejeda
Renato Rueda
Gabriel Gonzáles
Bruno Espejo
Sebastián de los Heros
Martín Velásquez
y Giancarlo Chichizola

Les recomiendo que vayan a ver esta obra. Su profundo contenido acerca de la vida los hará reflexionar de la evolución del ser humano. Tomando en cuenta que la obra inicia con niños perdidos en una isla que solo quieren jugar (que bien podríamos interpretar como los inicios del hombre en este planeta) que luego son obligados a buscar en su lado más animal, los medios correctos de supervivencia. Quizá seamos eso. Niños que solo quieren jugar, pero nos vemos obligados a sobrevivir, y es ahí donde se transgrede todo.


De jueves a domingo 8:00 pm.
Del 13 de marzo al 11 de abril 2010
.
Teatro Mario Vargas Llosa – BNP (Calle de la Poesía 160, San Borja).
Entradas a la venta en Teleticket y en la boletería del teatro.

lunes, 8 de marzo de 2010

Lo que siento cuando subo a un Escenario

Si bien es cierto que todos los artículos que he escrito en este Blog han sido escritos desde un punto de vista personal, éste en particular lo será aun más. Narraré como es que me he sentido y siento YO al subirme a un escenario para interpretar un personaje. Recalco la palabra “YO” dado que cada uno de nosotros somos seres distintos, con sensaciones diferentes, con temores y experiencias diversas que hacen que, subirse a un escenario para ustedes, sea quizá un mundo muy distinto al mío. Aun así, no quisiera que esta sea una narración egoístamente anecdótica e introspectiva, con el fin de plasmar todo lo que yo llevo dentro y exponerlo al mundo como si yo fuera el molde perfecto en el que se tienen que acomodar todas las experiencias por igual. Al contrario. Mi objetivo al escribir este artículo es llegar a ustedes a través de la identificación de una experiencia similar o la discrepancia de sensaciones. Lo que quiero es compartir y que ustedes también compartan sus comentarios y experiencias.

Para comenzar, debo confesar que no todas las veces que me he subido a un escenario las experiencias han sido las mismas. Si tuviera que marcar la diferencia entre una y la otra, creo que se debería a la obra que estoy haciendo y la confianza que le tengo a dicha puesta. Recuerdo que, cuando recién empezaba a actuar (en la época en la que hacía musicales y no había estudiado actuación), hubieron oportunidades en las que, una vez cambiado y maquillado, mientras daban sala para que el público entrara, no sentía nervios ni emoción. Lo cual me preocupaba mucho. Que terrible es hacer algo y no sentir esa dosis necesaria de temor porque todo salga bien. Dosis que a su vez impulsa y da energía. Entonces me pregunté ¿Por qué? Tiempo después me di cuenta que era cuestión de la confianza de lo que estaba entregando a un público. No solo desde un plano personal, sino también como grupo. Lo cual no era una cuestión de poco trabajo invertido. Creo que yo era demasiado conciente que el resultado de tanto trabajo, no llenaba mis propias expectativas, por lo que dudaba que llenaran las del público, que en ese entonces eran cuatro gatos y todos amigos nuestros.

Una vez que estudié actuación y las puestas se hacían cada vez más profesionales, con más público diverso que no eran solo nuestros amigos y familiares y rodeado de actores cada vez más competentes, recobré por completo la emoción previa a salir a escena. Sentía que las doscientas cincuenta personas sentadas en sus respectivas butacas, esperaban algo bueno y no iban solo por compromiso. Lo cual siempre ha sido sinónimo de reto para mí. Además, una vez que estudias una técnica de actuación, sabes que “actuar” involucra vivir plenamente la circunstancia del personaje y desde su punto de vista, sin embargo, las emociones que brotan, son tuyas. Por lo tanto, debes estar preparado para “desnudarte” emocionalmente ante un público crítico y expectante. Es ahí donde se generan estos nervios ricos en el actor.

Lo más interesante ocurre una vez que cruzas el límite entre cajas y el escenario. Todo temor, todo juicio y duda desaparecen a favor de una vivencia plena del personaje. Te olvidas que estas siendo observado por personas ajenas a la historia. Empiezas a vivir la vida del otro. Muchos dicen que para ellos el público desaparece. Puedo creer que te olvides del público durante gran parte de la obra, sin embargo eres conciente que están presentes. El público juega una parte importante al momento de actuar. Sus risas, llantos, exclamaciones de sorpresa, cuchicheos y comentarios te dan energía. Es por eso que es imposible no saber que existen, sin embargo su participación es externa al trabajo del actor.

Caminar en un escenario mientras se está actuando es casi como caminar en el espacio. Siento que cada paso mide una gran distancia. Siento que el tiempo no es real. Se convierte en un concepto en donde sólo sobre el escenario, es errado. Los minutos están llenos de vida que los hacen parecer segundos u horas, dependiendo de lo que estas viviendo. Siento una rara libertad. Y digo rara porque dentro de las marcaciones necesarias de la obra y el texto del autor que se debe respetar, siento que puedo volar y entregarme al cien por ciento, sin temor. Al contario. Entre mayor entrega mejor saldrá la escena. Jamás escucharán un critico de teatro decir: “Ese actor hizo mal, demasiada entrega”, o a un director decir “En este momento, no te entregues tanto por favor”. Soy libre, fuerte y a pesar de la edad que tenga en la vida real, siento sobre mis hombros la mochila pesada de los años del personaje. Los sonidos, las texturas, los colores y los aromas se hacen muy intensos. Soy sensible a todo lo que me rodea, a tal punto en que me fusiono con todo. Soy parte de todo. Al tener mi concentración puesta en todo lo queme rodea, todo me afecta, en mayor o menor nivel, emocionalmente. En fin, es una experiencia metafísica.

Desearía que me cuenten sus experiencias. Sean similares o completamente distintas a la mía. Es bueno que siendo nosotros actores, representando un porcentaje mínimo de la población mundial que ha tenido el privilegio de subirse a un escenario, compartamos experiencias. Para los que jamás se has subido a un escenario y desean vivir esa experiencia, también quisiera saber de ustedes.


lunes, 1 de marzo de 2010

¿Sabías que...?

Datos curiosos y Supersticiones del Teatro y la Actuación que quizá Ud. no sabía.

Datos Curiosos: Los Orígenes.

Antes que nada, decir que la palabra Teatro proviene del griego: “Tetaron”. La palabra actual deriva también del latín: “Theatrum”.

Significado de “Teatro” según La Real Academia:

“Género literario al que pertenecen las obras dramáticas compuestas para ser
representadas en un escenario.”



El teatro esta representado por dos máscaras. Una que sonríe y otra que llora. Representando así la Comedia y el Drama o Tragedia respectivamente. Símbolos de origen griego. Cada una con su respectiva Musa:

TALIA
Es la musa de la comedia. Una diosa de las fiestas dionisias, presidía los banquetes animados por la música, el canto y la alegría. Lleva por atributos corona de hiedra y en una mano, una máscara sonriente.

MELPOMENE
Es la musa de la tragedia. Se la representa como una matrona majestuosa, en una de sus manos sostiene un cetro y una corona, en la otra, un puñal. Se halla rodeada de fortalezas, armas y laureles y a su arrogancia se une la tristeza de la soledad.
Un mito cuenta que Melpomene tenía todas las riquezas que podía tener una mujer, tales como la belleza, el dinero, los hombres, etc. Solo que teniendo todo esto, no podía ser feliz, y eso es lo que lleva al verdadero drama de la vida, tener todo no es suficiente para ser feliz.

Esquilo, dramaturgo griego, murió golpeado por una tortuga que se desprendió de las garras de un águila que sobrevolaba su cabeza. La calvicie de Esquilo, fue confundida por el águila como una roca en la que podría destrozar el caparazón de la tortuga para poder así comerla.


Durante la época del Teatro Elisabetiano, el teatro se convirtió en un vicio para la gente de la época, pero no sólo tenían este capricho, también les encantaba el tabaco. Fumaban constantemente durante el transcurso de las obras y convertían la atmósfera teatral en una permanente atmósfera ahumada. Las actuaciones tenían lugar durante la primera parte de la tarde, ese horario era el ideal porque todavía no había anochecido y se podía aprovechar la luz del día.



Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, que son considerados los más grandes exponentes de la literatura hispana e inglesa respectivamente, murieron ambos el 23 de abril de 1616. Jamás se conocieron.


Según varios eruditos, las dos últimas obras de Shakespeare, “Enrique VIII” y “Dos parientes nobles”, fueron escritas en colaboración con John Fletcher, otro dramaturgo inglés de aquel tiempo. En una conversación que tuve con la gran actriz Rosa Wunder, antes de una función de “Los árboles mueren de pie”, en el Teatro Mocha Graña, ella sostenía una teoría en la cual dudaba que un solo hombre pudiera haber escrito tantas obras tan maravillosas y tan perfectas. Según ella, William Shakespeare, no escribió todas las obras que nosotros le atribuimos. En el curso que llevé en el Conservatorio de Formación Actoral de Estilos II: Shakespeare (Dictado por Leonardo Torres Vilar), una teoría similar se lanzó por ahí. Hay gente que cree que “S.H.A.K.E.S.P.E.A.R.E.” es un nombre compuesto de las siglas de todos los dramaturgos que escribieron las obras de aquella época Isabelina, y que quisieron mantener su anonimato. Aunque la existencia de William Shakespeare ya fue confirmada, es curioso ver como tanta majestuosidad hace que la gente dude de su existencia.


Alfred Jarry, un precursor del “Absurdo” en el teatro y en la literatura, tenía apenas quince años de edad cuando escribió y escenificó ¨Ubu Rey¨. Un verdadero genio.




Datos Curiosos: Los Personajes.

Se sabe que Charles Chaplin, el famoso actor, director, escritor y productor de cine; una vez participó en un concurso de imitadores de Charles Chaplin. Sin embargo, perdió. No alcanzó ni las finales, increíblemente el resultado fue desastroso, no pasó de la primera ronda y los jueces le dieron una de las peores calificaciones de su tanda. En una entrevista realizada para el Chicago Herald el 15 de Julio de 1915 Chaplin relata la historia con gran ironía y comentó que fue “tentando a darles lecciones de la “caminata de Chaplin”, por pena y también deseando ver la cosa hecha correctamente”.


Sandra Bullock, antes de impedir que un autobús explotara si disminuía de 50 millas por hora en la película “Speed”, aceptó salir “topless” en la cinta “Fire on the Amazon” (Fuego en el Amazonas). Que dicho sea de paso, fue dirigido por el peruano Lucho Llosa. En donde actuaron muchos actores y actrices nacionales tales como Natalia Torres Vilar, Baldomero Cáceres, Carlos Victoria, Reynaldo Arenas, Ramón García, Gilberto Torres +, entre otros. Quizá uds. ya sabían este dato, pero a me sorprendió al enterarme.


¿Y que hay de las Supersticiones que se mantienen hasta nuestro tiempos?

Es superstición entre los actores, sobre todo en el teatro, no salir a escena con ropa amarilla, ya que puede conducir al fracaso o a cosas aún peores. La razón de este miedo escénico reside en el dramaturgo y actor francés Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), llamado Moliére. En febrero de 1673, Moliére estrenó el ballet-comedia “El enfermo imaginario”, que toma por blanco de su sátira a los médicos. Pocos días después del estreno, en plena representación, el dramaturgo se sintió indispuesto, y murió unas horas más tarde en su domicilio. En la representación, Moliére vestía ropas de color amarillo.


Hay obras consideradas “malditas”. Muy especialmente “Macbeth”. Que no sólo es un desafío interpretarla: con sólo nombrarla en las inmediaciones de un teatro alcanza para invocar a mala fortuna. Se dice que ya en su primera representación, Shakespeare tuvo que hacer el papel principal femenino porque el muchacho elegido para ese rol se enfermó súbitamente y murió. La historia enumera teatros incendiados, actores pasados a mejor vida en medio del escenario y todo tipo de calamidades alrededor de Macbeth. Algunas comprobadas, otras no tanto. Dicen que el mito sobrenatural está relacionado con una canción que forma parte de la obra, en la cual unas brujas, en la ficción, invocan a espíritus malignos. Pero alejándonos del plano místico, hay una razón por demás profana para el miedo de los actores a “la obra escocesa”. En épocas contemporáneas a su autor, las compañías que hacia el final de la temporada no hubiesen tenido éxito en la taquilla, debían recuperarse “de apuros” interpretando una obra popular que en la mayoría de los casos era, justamente, Macbeth. Por lo tanto, esta obra era vista por la compañía como “la última oportunidad”: si fallaban, serían despedidos.


¿Saben más Datos Curiosos o Supersticiones? Estoy ansioso de leerlos.